Al preparar esta receta debemos tener en cuenta el tiempo que tiene que estar la morcilla en reposo en la nevera, mínimo 1 hora antes de poder cocinarla.
A la hora de cocinarla, una buena opción es enrollarla en hojaldre o pasta filo y hornearla con unas gotas de aceite por encima.
Montamos el accesorio cuchilla en nuestro robot Küken.
Añadimos 300g de berenjenas bien lavadas y cortadas en trozos grandes.
Picamos 10 segundos a velocidad 6.
Retiramos las berenjenas y las reservamos en un bol.
Incorporamos 200g de cebolla pelada y cortada en trozos grandes.
Picamos 6 segundos a velocidad 6.
Sustituimos el accesorio cuchilla por el accesorio removedor.
Con la cebolla picada dentro del robot añadimos las berenjenas que teníamos reservadas, 200g de frijoles cocidos bien escurridos, 40g de piñones, 2 cucharadas pequeñas de pimentón dulce, 1 cucharada pequeña de pimentón picante, 60ml de aceite de oliva, y salpimentamos al gusto.
En el siguiente paso (programado a 20 minutos) deberemos cada 5 minutos y con ayuda de la espátula empujar hacia el fondo los ingredientes que queden adheridos a la pared del vaso. Debemos hacerlo con el robot parado y con cuidado de no quemarnos al abrir la tapa.
Cocinamos 20 minutos a 120ºC y velocidad 1.
Pasamos en contenido al cestillo de cocción y ponemos un plato debajo para que se escurra bien el aceite sobrante.
Una vez bien escurrido el aceite colocamos la mezcla encima de un film transparente de cocina, le damos forma de morcilla y lo envolvemos bien con el propio film.
Reservamos en la nevera 1 hora para que se enfríe y se compacte.
Pasada la hora de reposo ya podemos sacar la morcilla de la nevera, quitarle el film transparente y hacerla a la plancha con unas gotas de aceite.
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