Si queremos darle a nuestras magdalenas un toque más dulce y vistoso podemos añadir un poco de azúcar por encima antes de hornearlas, así conseguiremos una costra dorada por encima que las hará del todo irresistibles.
Montamos el accesorio cuchilla en nuestro robot de cocina Küken.
Incorporamos tres huevos, 250 g de azúcar y ralladura de un limón.
Batimos 4 minutos a 37ºC y velocidad 2.
El siguiente paso está programado 6 minutos a 37ºC y velocidad 2, los 3 primeros minutos iremos incorporando el aceite muy poco a poco por el orificio de llenado, y los últimos 3 minutos haremos lo mismo con la leche.
Batimos 6 minutos a 37ºC y velocidad 2.
Añadimos 375 g de harina, mejor tamizada, y un sobre de levadura.
Batimos 2 minutos a 37ºC y velocidad 3.
Precalentamos el horno a 200ºC.
Repartimos la masa en moldes de magdalena, es importante llenarlos solo 3/4 de su capacidad para que no se salga la masa una vez que suban en el horno.
Las colocamos en una bandeja para horno y las horneamos 15 o 20 minutos a 200ºC.
Dejamos atemperar.
6 raciones