Para que nuestro pesto sea una salsa de calidad es importante que nuestros ingredientes también lo sean. Utiliza piñones frescos, hojas de albahaca pequeñas y un aceite de oliva virgen extra de buena calidad.
Para conservarla lo mejor es hacerlo en un tarro de cristal dentro de la nevera, y además aconsejamos cubrir con una cucharada de aceite de oliva antes de poner la tapa y cerrarlo.
Salteamos los piñones en una sartén hasta que estén ligeramente tostados. Reservamos.
Montamos el accesorio cuchilla en nuestro robot Küken.
Añadimos 60 g de albahaca limpia y sin los tallos más duros, 60 g de queso parmesano y 40 g de queso curado de oveja, ambos en trozos pequeños, un ajo pelado, los piñones, y 80 ml de aceite de oliva.
Trituramos 1 minuto a velocidad 5.
Retiramos la tapa y con ayuda de la espátula empujamos hacia el fondo los restos que hayan podido quedar en la pared del vaso.
Probamos y rectificamos de sal si es necesario.
Trituramos 10 segundos a velocidad 5.
4 raciones